sábado, 31 de diciembre de 2022

Qué necesito realmente en mi vida

Hoy, último día del año, es el típico momento para recapitular. Es muy curioso observar que muy poco de lo que habíamos planificado se ha cumplido. En cambio, se nos han presentado nuevas experiencias que nos han sacado de la zona de confort al no estar previstas.

Antes, pensaba que todo lo que nos ocurre tiene un sentido, aunque no se lo encontremos desde nuestra limitada visión. Ahora, desde la madurez, me doy cuenta que la Vida tiene el sentido que yo le quiera dar. Es decir, soy yo el que decido desde el dial de la conciencia cómo me voy a tomar esa nueva situación por la que voy a pasar. Y en la encrucijada solo puedo tomar dos caminos: miedo o confianza.

En el del miedo, que es habitualmente como reacciono, rápidamente proyectaré escenarios ilusorios y buscaré soluciones para protegerme y que todo esté controlado.

En el de la confianza, haré un alto en el camino, una pequeña parada, para conectar con mi parte más sabia (Ser Superior, Espíritu Santo, Jesús…) y escuchar su consejo para abrirme a esta nueva situación que me aportará una enriquecedora experiencia.

Si elijo el miedo, o la queja, desaprovecharé la oportunidad. No pasa nada ya que al quedar como asignatura pendiente se me volverá a presentar. Volveré de nuevo a atraer esa situación a mi vida.

En cambio, si la abordo desde la confianza sé que la nueva visión amorosa que se me dará, por encima del campo de batalla del ego, me aportará momentos de paz.

Me pregunto: ¿Qué necesito realmente en mi vida? Para mí, ser consciente de mis pensamientos que me llevan al sufrimiento o a la paz.

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