Pero llegará el día en el que las tendré que soltar, me guste o no, para dar paso a que otras personas las lleven. Es posible, que al principio comentan errores por su inexperiencia, pero seguro que aportarán algo nuevo al proceso que contribuirá a mejorarlo.
¡Qué bueno es aceptar que el mundo puede funcionar sin mí, y a veces mucho mejor!
Es magnífico saber que todo está secuenciado en un perfecto Orden Universal con el que colaboro cuando me corresponde. Y también me retiro cuando me toca.
Confiar es la clave para aceptar que el final de una etapa ha llegado, y a continuación me esperan nuevas experiencias de crecimiento interior en las que puedo acompañar a mis hermanos en el camino hacia el Amor.
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