martes, 30 de diciembre de 2025

Sin el cambio interior no puede haber paz en el mundo

Cada vez hay más avances científicos y sociales que ayudan a mejorar la calidad de vida de las personas. En el siglo XIX, si no morías al nacer, podías llegar a vivir hasta los 50 o 60 años. Ahora podemos pasar de los 85, y en algunos casos, llegar más allá de los 100, no obstante, al final siempre moriremos.

Por más que nos esforcemos en mejorar el mundo para cambiarlo nunca lo conseguiremos plenamente, ni tampoco, las futuras generaciones conseguirán convertir esta Tierra en el paraíso ideal ya que este es un mundo temporal de miedo, sufrimiento, enfermedad, envejecimiento y muerte. Por eso, es inútil invertir nuestro precioso y escaso tiempo en cambiarlo.

Lo práctico, lo que sí podemos hacer, es cambiar la percepción que tenemos del mundo tomándolo como el aula de clases en la que hemos venido a experimentar las lecciones de verdadero perdón que nos aportarán una nueva visión y momentos de paz interior.

Hazte esta pregunta: ¿Cómo es posible que, con lo mucho que hemos avanzado como sociedad, todavía haya guerras en este mundo?

Mi respuesta, citando el lema fundacional de la UNESCO, es: "Puesto que las guerras nacen en la mente de los hombres y de las mujeres, es en la mente de los hombres y de las mujeres donde deben erigirse los baluartes de la paz". Es decir, hasta que no tengamos paz interior las personas que vivimos en el mundo, seguirán las guerras con los familiares, vecinos, conocidos, entre países… Esto lo puedes observar en cualquier comunidad del mundo en donde se manifieste el ego, como ocurre habitualmente, y no el Amor.

Foto Wikipedia (Francisco de Goya y Lucientes - Duelo a garrotazos)

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