Estamos tan acostumbrados a seguir al ego que consideramos el sufrimiento como algo natural. Ahora, ha llegado el momento de nuestra libertad, al tomar conciencia que ya estamos hartos de sufrir y queremos ver esto de otra manera.
Esa persona que me irrita es una gran oportunidad ya que en vez de verla como alguien que actúa contra mí, me pararé un momento y abriré el corazón a sentirla como alguien que en el fondo está sufriendo al no estar en el Amor. Además, agradeceré su actitud que me ayuda a conocer mis profundas heridas no sanadas. Y pediré al Espíritu Santo (Jesús, Dios, Yo Superior…) verlo de otra manera.
Esto es el verdadero perdón. Y así, aunque siga tropezando, sé que me levanto con la certeza que estoy avanzando en mi camino interior.
Bendigo cada relación ya que es una gran oportunidad para mí.
Este es un camino que se recorre paso a paso en el que poco a poco vas sintiendo cada vez más paz interior. Es el camino del Amor al que todos, sin excepción, llegaremos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario