Comparto con vosotros un texto publicado por Sergio Fernández en su blog pensamientopositivo.org
Lo tengo claro: la crisis que estamos viviendo no es una crisis económica, que posiblemente también, sino una crisis de valores y de sentido de nuestras vidas que se está manifestando en lo económico.
Este, creo, es el mayor reto al que nos enfrentamos como personas y como sociedad: dotar de sentido a nuestras vidas, a lo que hacemos y a lo que somos. Se trata de dejar de mirar hacia afuera y de empezar a mirarnos hacia dentro. Dejar de buscar fuera y empezar a encontrar dentro.
Saber cuál es el sentido de la vida es, aparentemente, algo difícil de encontrar. Y es posible que lo sea pero es urgente e importante que cada persona se enfrente en silencio a ella y la responda. Sólo con la respuesta, o teniendo la certeza de que se está en el camino de encontrarla, se puede vivir con sentido y, por tanto, con cierta paz y felicidad.
Puedes construir tu vida sobre arenas movedizas o sobre roca. Yo prefiero construirla sobre roca y por eso no dejo de preguntarme cada mañana cuál es el sentido de mi vida, qué he venido yo a hacer a este mundo y, sobre todo, de qué manera puedo resultarles de ayuda a los demás.
Esta es una de las preguntas claves. Me gusta mucho observar, charlar y compartir con otras personas. Y cuando encuentro una feliz, observo cómo lo ha logrado. Normalmente detrás de una persona feliz suelo encontrar a alguien que se siente bien porque ha encontrado el sentido de su vida, y con frecuencia lo ha hecho en alguna actividad en la que sirve a los demás.
Ayuda a los demás y, sin otro remedio, te ayudarás a ti mismo. Encuentra el sentido de tu vida y muchos de los problemas que tienes ahora desaparecerán. Cada uno de nosotros es libre de escoger en qué mundo quiere vivir y, por supuesto, tú también lo eres.
Este, creo, es el mayor reto al que nos enfrentamos como personas y como sociedad: dotar de sentido a nuestras vidas, a lo que hacemos y a lo que somos. Se trata de dejar de mirar hacia afuera y de empezar a mirarnos hacia dentro. Dejar de buscar fuera y empezar a encontrar dentro.
Saber cuál es el sentido de la vida es, aparentemente, algo difícil de encontrar. Y es posible que lo sea pero es urgente e importante que cada persona se enfrente en silencio a ella y la responda. Sólo con la respuesta, o teniendo la certeza de que se está en el camino de encontrarla, se puede vivir con sentido y, por tanto, con cierta paz y felicidad.
Puedes construir tu vida sobre arenas movedizas o sobre roca. Yo prefiero construirla sobre roca y por eso no dejo de preguntarme cada mañana cuál es el sentido de mi vida, qué he venido yo a hacer a este mundo y, sobre todo, de qué manera puedo resultarles de ayuda a los demás.
Esta es una de las preguntas claves. Me gusta mucho observar, charlar y compartir con otras personas. Y cuando encuentro una feliz, observo cómo lo ha logrado. Normalmente detrás de una persona feliz suelo encontrar a alguien que se siente bien porque ha encontrado el sentido de su vida, y con frecuencia lo ha hecho en alguna actividad en la que sirve a los demás.
Ayuda a los demás y, sin otro remedio, te ayudarás a ti mismo. Encuentra el sentido de tu vida y muchos de los problemas que tienes ahora desaparecerán. Cada uno de nosotros es libre de escoger en qué mundo quiere vivir y, por supuesto, tú también lo eres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario