Comparto con vosotros el texto publicado por Marian Benedit en vidapositiva.com
Cuando cortas una flor para ti, comienzas a perderla. Porque marchitará en tus manos y no se hará semilla para otras primaveras.
Cuando aprisionas un pájaro para ti, comienzas a perderlo. Porque ya no cantará para ti en el bosque ni criará otros pichones en su nido.
Cuando guardas tu dinero comienzas a perderlo. Porque el dinero no vale por sí, sino por lo que con él se puede hacer.
Cuando no arriesgas tu libertad para tenerla, comienzas a perderla. Porque la libertad que tienes se confirma cuando decides y eliges.
Cuando no dejas partir a tu hijo hacia la vida, comienzas a perderlo. Porque nunca lo verás volver a ti, libre y maduro.
Recuerda siempre: No existe precio por la Libertad. Pero si, una bellísima recompensa para quien la utiliza con grandeza de alma
Aprende en el camino de la vida la paradójica lección de la experiencia: “Siempre ganas lo que dejas y pierdes lo que retienes...”
Mi opinión personal es que en esta vida no podemos retener nada, porque retener es sinónimo de perder.
Resulta durísimo porque muchas veces nos encontramos bien con nuestra familia, nuestros amigos, nuestro trabajo, nuestra situación económica, es decir, estamos "posicionados" pero olvidamos que nada, absolutamente nada, nos pertenece y todo es temporal.
No podemos detener el tiempo, es mejor dejarnos llevar por el río de la Vida con la plena confianza que no andamos solos el camino.
Resulta durísimo porque muchas veces nos encontramos bien con nuestra familia, nuestros amigos, nuestro trabajo, nuestra situación económica, es decir, estamos "posicionados" pero olvidamos que nada, absolutamente nada, nos pertenece y todo es temporal.
No podemos detener el tiempo, es mejor dejarnos llevar por el río de la Vida con la plena confianza que no andamos solos el camino.
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