Esa persona te ayuda a identificar tu sombra, la ciénaga interior. Nadie te irrita, tú te irritas a través de esa persona. La culparás de lo que ha dicho o hecho, pero en realidad es tu culpa inconsciente la que te hace sentir mal. Las relaciones nos ayudan a conocernos interiormente.
En la medida en que asumas que el mundo exterior es un reflejo de tu interior, por el mecanismo psicológico de la proyección o la ley del espejo, y te perdones por eso que ves tomarás las riendas de tu vida. Al ir sanando tu interior cambiará la percepción del mundo que ves. En un cine no puedes cambiar la película en la pantalla en la que se proyecta (mundo exterior) tienes que cambiarla en el proyector (mundo interior).
Este es el camino de la paz.
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