Video de la conferencia “La evolución de la
conciencia multidimensional” de la psicóloga Paloma Cabadas en el IV Congreso
Internacional “Vida después de la Vida” celebrado en el Palacio de Congresos de
Albacete en Octubre 2011.
Comparto con vosotros algunos fragmentos del mismo:
Estamos todos equipados para emprender el camino de
una evolución consciente y poder en ese camino hacer una andadura en libertad.
La evolución es infinita, es hacia adelante, es inevitable. Una forma de
quedarte parado evolutivamente es no terminar de soltar los miedos, el
sufrimiento, el estar apegado a afectos que no liberan, que no te dejan una
gran libertad. Apegado a objetos, a recuerdos, a creencias, a ideologías y a
dogmatismos.
Nosotros
somos lo que pensamos que somos. Somos también lo que sentimos.
El planeta tierra es una maravillosa oportunidad de
adquirir conocimiento. Un lugar que ha sido creado para impulsar la evolución
de todos los que un día decidimos pasar por aquí. Estamos en un planeta que no es un valle de
lágrimas, que no es un lugar de sufrimiento, aunque aparentemente parezca que
esa es la versión que conocemos y a la que nos enganchamos. El sufrimiento no
ha sido tampoco por casualidad, tampoco ha sido deliberado, nadie se propuso
que vamos a ir a la tierra a sufrir. El sufrimiento ha sido consecuencia de
niveles de aprendizaje y de evolución que arrancan desde muy bajo para llegar
hasta el infinito. El sufrimiento ha
sido la consecuencia de no haber sabido asimilar mejor las experiencias.
Parte del desafío que tenemos en este momento de
nuestra evolución en la tierra y en el cosmos es empezar lo antes posible a
quedarnos con la esencia, con la sabiduría de una experiencia y deshacernos lo
antes posible de todo lo que significa el conflicto y el sufrimiento que no es
sino una condensación de energía que tiene la finalidad de poder hacer que penetre
la sabiduría en mi esencia. Tendríamos
que educar a nuestros niños en que no hay sufrimiento, sino niveles de
experiencia y energía disponible para que esa experiencia penetre en la esencia
y yo evolucione.
Lo peor que nos puede llegar a pasar no es hacer
cosas y que salgan mejor o peor, es no hacerlas. Lo peor que nos puede llegar a
pasar es no atrevernos con lo nuevo, no abrirnos a las nuevas experiencias y
estar recreando permanentemente el pasado, permanentemente el conflicto, la
pena y el dolor.
Nadie
muere, la muerte no existe. Lo único que hay en el Universo es vida
multidimensional que transcurre por los parámetros de la lucidez. Volvemos a la
vida humana no solamente para aprender más cosas e incorporar nuevas
sabidurías, sino para drenar también parte de todo ese conflicto acumulado y no
resuelto en el pasado. Lo que oscurece nuestro nivel de evolución y nuestro nivel
de conciencia y no nos deja brillar con toda la luminosidad que como seres de
luz tenemos y nos pertenece es la carga de densidad que traemos en cada vida
humana sin resolver.
La
muerte no nos cambia. La muerte no nos convierte ni en seres estupendos,
ni en seres de luz, ni en seres distintos a los que ya somos. Me di cuenta que en
realidad cada persona que fallece recrea su propio plano o su propia dimensión.
El mundo de los muertos no es un mundo creado para los muertos con adornos
florales y con historias. El mundo de
los muertos es el mundo que cada uno lleva dentro de sí.
Hay personas que se curan de una enfermedad, pero
no se curan en la conciencia. Si no me he enterado de porqué enfermé, a lo mejor
la conciencia no se cura y en la siguiente vida venimos otra vez a reproducir
la misma historia. Los tiempos están
dados ahora para que se acelere el proceso de desprendimiento de nuestra
densidad y empecemos finalmente a estar más ligeros de equipaje, más
libres, más contentos, para emprender esa vida en nuestro corazón. Y esa vida
es la que tenemos que materializar y podemos materializarla.
Gracias a venir a la tierra, gracias a estar en un
cuerpo que me obliga a estar presente, a estar aquí, tengo la oportunidad de
empezar a encontrarme conmigo mismo.
Cuando
uno cambia, cambian las cosas alrededor, sin ni siquiera proponértelo. Uno empieza a
estar mejor, más alegre, y eso se transmite simplemente por ser. Una cosa que
no valoramos suficientemente es la energía que mueve la conciencia. La conciencia
organiza la energía.
La
tierra es el lugar de la clase práctica. Aquí no venimos a pensar, aquí
venimos a depurar mucho más nuestro pensamiento, a sentir y experimentar. La
tierra es el lugar donde venimos a poner en práctica temáticas que, si hemos
estado lúcidos en el periodo entre vidas, las podemos aquí valorar.
La vida multidimensional es fabulosa, nos mantiene
unidos y vinculados. En esta realidad que vivimos nos olvidamos de que a veces nuestro dolor es egoísta. Hay
algo que nos vincula siempre y para siempre que es la energía de amar. La energía de amar es una energía centrífuga
que no se puede retener, que no se puede guardar, ni atesorar, es la energía de
la vida. Gracias a la energía de amar
permanecemos unidos a todos nuestros seres queridos.
Los duelos interminables, los duelos patológicos no ayudan, sobre todo al que se ha quedado
aquí, porque se queda encerrado en ese caparazón energético que forma el propio
dolor. Hay un tiempo de duelo necesario que no es sino el tiempo de reconstrucción
de nuestra vida sin la presencia física de ese ser que amamos. Es el tiempo que
le damos a nuestro cuerpo humano de ir retejiendo la vida sin esos componentes
únicos, esenciales, que tenía ese ser querido. Cuanto mayor sea mi recuperación
y mi motivación por la vida, mayor va a ser la conexión que voy a empezar a
establecer con ese ser querido. Todo el
que se va, que nos ha amado y que hemos amado, nos deja un regalo, un regalo
valiosísimo, a veces es la recuperación de una libertad, a veces es el descubrimiento
de un talento y una cualidad que antes no me daba cuenta que la tenía porque mi
vida estaba muy volcada en esa persona.
Muchas
veces la familia humana, no es la familia evolutiva. Muchas veces el
apego afectivo de aquí no se corresponde con la inmensidad amorosa de la
familia cósmica. Ellos, los fallecidos, también merecen el respeto y que les
demos el tiempo de recuperarse, abriéndose a la nueva realidad, queriendo ir al
lugar que les corresponde y no quedarse apegados a lo que han dejado. Aunque a
veces le llore un rato, después de ese momento en seguida me viene el
florecimiento de la alegría de que ya esté surcando los espacios cósmicos en
toda su magnitud y en toda su apertura de conciencia.
Evolucionar es aprender a organizar la eternidad.
Evolucionar
es tener un conocimiento y una amplitud mayor de conciencia, saber cada vez más
quienes somos, qué hacemos aquí y cómo podemos estar de una forma mucho más
útil en el planeta.
Evolucionar en estos momentos de la humanidad, en
esta vida crítica, es empezar a incorporar la energía de amar como un bien
propio.
COMO DE SARROLLAR INTELIGENCA ESPIRITUAL
ResponderEliminarEN LA CONDUCCION DIARIA
Cada señalización luminosa es un acto de conciencia.
Ejemplo:
Ceder el paso a un peatón.
Ceder el paso a un vehículo en su incorporación.
Poner un intermitente.
Cada vez que cedes el paso a un peatón
o persona en la conducción estas haciendo un acto de conciencia.
Imagina los que te pierdes en cada trayecto del día.
Trabaja tu inteligencia para desarrollar conciencia.
Atentamente:
Joaquin Gorreta 55 años