Comparto con vosotros el texto publicado por Adriana Morri en vidapositiva.com
Siempre es buen momento de tener un recuerdo agradecido…
Son muchos quienes a lo largo del tiempo han dejado su huella en ti. Experiencias sobre las que puedes recordar nombres.
Quizá algunos te hayan lanzado a una aventura para sacar algo de ti y despertar tu “yo dormido”, conseguir aquello que te parecía imposible, cambiar, crecer y madurar.
Descubrir en ti las huellas de “otros amigos” encontrados a lo largo del camino, todo esto es motivo de alegría y gratitud.
Es motivo de gratitud el que hayas podido experimentar creer en la vida y en tu capacidad de encuentro, creer que alguien haya podido ayudarte a descubrir lo mejor que existe dentro de ti.
Agradece a:
Aquellos que desde su manera de ser, te ayudaron a ser más humano, más sencillo, más sensible…
Aquel que inesperado y oportuno supo escucharte comprensivo.
Aquellos con quienes compartiste tus ratos de juego.
Aquel que te ayuda a develar tu riqueza interior.
Aquel que con su gran bondad te hizo ser sencillo.
Aquel que descubriste un día y “se quedo en ti”.
Aquel que corrigiéndote con cariño te hizo caminar.
Aquel que con su vida incansable te animó a luchar.
Aquel que sin cansancio siempre esperó lo mejor de ti.
Aquel que te exigía siempre haciéndote crecer en la grandeza.
Aquel que te hace sentir importante cuando necesita de ti.
Aquel que estando lejos lo sentiste cerca.
Aquel que con su desacuerdo te hace descubrir tu verdad.
Aquel que sabes que te quiere y siempre te espera.
Aquel que siempre te anima a ver lo positivo.
Aquel que te quiere como eres animándote a crecer.
Aquel que con su necesidad de ti hizo que te sintieras “único”…
Son muchos quienes a lo largo del tiempo han dejado su huella en ti. Experiencias sobre las que puedes recordar nombres.
Quizá algunos te hayan lanzado a una aventura para sacar algo de ti y despertar tu “yo dormido”, conseguir aquello que te parecía imposible, cambiar, crecer y madurar.
Descubrir en ti las huellas de “otros amigos” encontrados a lo largo del camino, todo esto es motivo de alegría y gratitud.
Es motivo de gratitud el que hayas podido experimentar creer en la vida y en tu capacidad de encuentro, creer que alguien haya podido ayudarte a descubrir lo mejor que existe dentro de ti.
Agradece a:
Aquellos que desde su manera de ser, te ayudaron a ser más humano, más sencillo, más sensible…
Aquel que inesperado y oportuno supo escucharte comprensivo.
Aquellos con quienes compartiste tus ratos de juego.
Aquel que te ayuda a develar tu riqueza interior.
Aquel que con su gran bondad te hizo ser sencillo.
Aquel que descubriste un día y “se quedo en ti”.
Aquel que corrigiéndote con cariño te hizo caminar.
Aquel que con su vida incansable te animó a luchar.
Aquel que sin cansancio siempre esperó lo mejor de ti.
Aquel que te exigía siempre haciéndote crecer en la grandeza.
Aquel que te hace sentir importante cuando necesita de ti.
Aquel que estando lejos lo sentiste cerca.
Aquel que con su desacuerdo te hace descubrir tu verdad.
Aquel que sabes que te quiere y siempre te espera.
Aquel que siempre te anima a ver lo positivo.
Aquel que te quiere como eres animándote a crecer.
Aquel que con su necesidad de ti hizo que te sintieras “único”…
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