Cuido amablemente mi cuerpo para que me sirva como vehículo en esta experiencia terrenal.
Tomo conciencia que no soy mi cuerpo.
Soy el marionetista que mueve la marioneta de mi cuerpo.
Me gusta compartir todo aquello que llama la atención de mi corazón
Tomo conciencia que no soy mi cuerpo.
Soy el marionetista que mueve la marioneta de mi cuerpo.
Según el Dr. David Hamilton: “la amabilidad altera el cerebro, dilata las arterias y reduce la presión sanguínea. También es un antídoto para la depresión y retarda los siete grandes procesos del envejecimiento, incluso desde el plano celular”.
Pequeños actos de amabilidad que hacemos todos los días tales como sonreír, dar gracias o acompañar a quien sufre nos ayudan a tomar conciencia que el sentido de nuestra vida es extender el Amor que en esencia somos y que en el fondo somos Uno en este mundo de miedo, dolor y muerte.
Ser amables nos hace sentir bien.