domingo, 29 de septiembre de 2019

Feliz retorno al Hogar

Todo aquello que te ocurre: relaciones y situaciones, por complicadas, injustas o difíciles que parezcan tienen una intención positiva, aunque en ese momento no puedas verla por falta de perspectiva.

Y te preguntarás, ¿cómo salgo del sufrimiento?

Comparto contigo mi experiencia:
Cuando te venga un pensamiento de miedo, juicio, crítica o ataque contra otro, o contra ti mismo, en ese instante di mentalmente ésta frase:

“Quiero ver esto desde los ojos del amor. Te lo entrego Espíritu Santo”.

Olvídate del asunto y de cómo tendría que solucionarse, aunque te cueste, porque te va a costar hacerlo. Muy probablemente, al poco tiempo, te volverá de nuevo el pensamiento de miedo o ataque con lo que volverás a repetir la frase, una y otra vez, hasta que por fin se detenga el bucle mental.

Al tiempo, cuando corresponda, sentirás una paz interior indescriptible que corresponde al cambio de percepción de la situación, aunque es posible que nada externo a ti cambie. Esta es la respuesta del Espíritu Santo que te ayudará a verla desde los ojos del amor. Y desde ese estado de paz ya sabrás lo que tienes que hacer.

Cuando tengas más práctica, también puedes utilizar esta frase:
“Espíritu Santo quiero ver esto de otra manera”. 
O ésta súper-abreviada: “me perdono. me perdono”.

Este ejercicio resumido es lo que en “Un curso de milagros” corresponde al verdadero perdón, que trasciende el ego y retira las barreras que le pones al amor. Es un camino muy sencillo para salir de tu sufrimiento.

Practícalo una y otra vez, sin descanso ya que se te van a presentar infinidad de situaciones. Por ejemplo, pon las noticias y comprobarás como al momento se alza el dedo acusador de tu ego juzgando a unos y otros… qué locura!!! ya que realmente eso que estás juzgando ahí fuera es tu propia culpa inconsciente proyectada en la pantalla del mundo… y tú hasta ahora lo desconocías!!!

Por mi experiencia te digo que tu vida va a cambiar muchísimo, como lo está haciendo la mía. Ya no vivirás en un mundo de sufrimiento, sino en el entorno ideal para practicar las lecciones del verdadero perdón. Cada situación o relación que se te presente, y especialmente las más difíciles, serán grandes oportunidades para experimentar y practicarlo.

Como el verdadero perdón te va liberando de la culpa inconsciente, poco a poco te volverás menos reactivo, más pacífico y reflexivo. Tendrás más paciencia al comprender que, esa persona que tienes delante, aunque esté muy enfadada, realmente siente en su interior un miedo atroz y está pidiendo amor a gritos, aunque ella no lo sepa. O esa situación, aparentemente tan horrible, la podrás ver de otra manera.

Alcanzarás paz interior.

No te creas lo que te digo, practícalo y comprueba en ti los resultados. Tú eliges no sufrir más.

Feliz retorno al Hogar.