domingo, 17 de enero de 2016

Nadie vino aquí a sufrir


Emilio Carrillo, economista y escritor (54 libros publicados y más de 500 artículos) ha publicado el libro “El tránsito” en el que relata su experiencia cercana a la muerte (ECM). Nos habla de cómo le provocó un profundo cambio en su vida, un renacer que impulsó su despertar consciencial.

Fragmentos del libro:

“La espiritualidad tan solo consiste en darnos cuenta de que somos una dimensión espiritual encarnada en una dimensión física, es decir, un ser encarnado en un cuerpo, o lo que es lo mismo, un Conductor encarnado en un coche. Este cuerpo o coche nos permite vivir la experiencia humana, pero nosotros somos mucho más que él, y regimos sobre él (es decir, sobre nuestro yo físico, mental y emocional). En esto consiste conocerse a sí mismo

“La Consciencia o Espíritu es tu esencia, y sentirla es sencillo si dejas a un lado la mente y escuchas al corazón”

Estamos en este plano humano en una condición de olvido de lo que somos, y la tarea fundamental que tenemos en esta vida es la de irlo recordando”

“El estado de recuerdo pleno de nuestra auténtica entidad, de la auténtica dimensión de lo que realmente somos, es lo que coloquialmente se llama despertar

“Al encarnar, cada cuerpo, cada «coche», está ajustado, en su marca y modelo, a las experiencias que el Conductor quiere vivir”

“Nadie se marcha hasta que ha llegado su hora”

“Y el tránsito dura hasta el momento en el que el Conductor, después de abandonar el coche, se introduce en el metafóricamente llamado «túnel de luz» para acceder, así, a ese otro plano de existencia que se suele calificar como vida más allá de la vida”

“No todos los Conductores desencarnados emprenden el viaje hacia la luz, sino que los hay que se quedan rondando por este plano”

“Hacemos el tránsito en el mismo estado de conciencia que teníamos antes de iniciarlo. Si nuestro estado de conciencia es de gran olvido –muy ligado a lo material, a lo puramente físico–, nos va a costar percibirlo. En cambio, si tenemos un estado de conciencia abierto, si ya hemos empezado a recordar lo que somos, si ya hemos comenzado a entender y atisbar que hay otras realidades que no son puramente la material, la percepción de ese acompañamiento será mucho más sencilla y directa”

La muerte es un imposible, un fantasma de la imaginación humana, un invento de la mente. Todo es vida y la muerte no es tal, sino una puerta que se abre para pasar de una habitación a otra dentro de la propia vida, es decir, para ir de la vida en esta encarnación física a la vida en otro plano de existencia intangible e inefable”

“Tener miedo a la muerte es tenerlo a la vida, pues no hay vida sin muerte, ni muerte sin vida. Y comprender la muerte es entender la vida”

“Elegimos unos desafíos para poder afrontarlos y resolverlos”

“Las causalidades, las sincronías, no son ficciones de la mente; dales mucha importancia, ahonda en ellas, porque tienen un porqué y un para qué profundos. Nada ocurre por casualidad; interioriza en conciencia cualquier encuentro, cualquier conversación, cualquier circunstancia”

“A lo largo de nuestra existencia física, todo tiene su porqué y su para qué en clave de nuestro proceso consciencial (...) Aquello que en un determinado momento de nuestra vida consideramos que fue un error, una equivocación, algo de lo cual tal vez nos arrepentimos, no fue un error, porque constituyó nuestra respuesta ante una experiencia concreta; la respuesta que correspondía que diéramos en ese momento en función de nuestro estado de conciencia. Esa respuesta que dimos, esa actuación que acometimos, sirvió para impulsar nuestro estado consciencial”

“Y así se llega a descubrir el gran secreto de la vida, que es que esta merece que se confíe plena y absolutamente en ella. En vez de querer controlar y programar, confiamos. Y a partir de ahí aceptamos”

LECCIONES DEL MÁS ALLÁ PARA ESTA VIDA

“Recuerdo que, en el contexto de mi ECM, en el momento de introducirme en la galería de luz percibí con meridiana nitidez dos cosas: la primera de ellas, que morimos cuando lo decidimos. La segunda, que nuestra auténtica naturaleza es la consciencia

La decisión de cuándo hacer el tránsito se halla ligada al «propósito de vida» de cada cual y se adopta una vez que ha sido cubierto dicho propósito de vida o, llegado el caso, cuando uno asume que ya, dado lo mucho que se ha apartado de él, resulta imposible su cumplimiento. No hay casualidades en relación con esto, por más que el fallecimiento pueda acontecer de forma aparentemente fortuita o inesperada”

“Puedes morir en un accidente, sí, pero debes saber que ha sido creado y provocado por ti, porque habrá llegado el momento de finiquitar tu experiencia en ese vehículo físico, esa experiencia humana. Fue tu decisión que abandonarías el vehículo en ese instante y de ese modo; fue tu decisión que el vehículo dejaría de funcionar en ese momento”

“Ese duelo, ese morir en vida que provoca a veces la pérdida de un ser querido, se debe sencillamente a que no hemos percibido a dicho ser querido como lo que es. Nos hemos quedado en el disfraz, en el coche, en el vehículo; no hemos llegado a percibir al Conductor”

Nadie vino aquí a sufrir, sino a desentrañar el rompecabezas de la vida”