viernes, 24 de octubre de 2014

Todo en la vida tiene un para qué

Comparto fragmentos de la conferencia “La BioNeuroEmoción en la Educación” del psicólogo Enric Corbera en un Instituto de Educación Secundaria de Manises (Valencia - España):

El Universo, que es inteligente y de un amor que no podemos ni tan siquiera calcular, tiene reservado lo mejor para cada uno de nosotros. Todo en la vida tiene un para qué. Todo tiene un sentido. En el Universo no hay nada que sea por casualidad.

Creo firmemente en la juventud. Y creo firmemente en que la juventud tiene que aprender a gestionar sus emociones y dejar de vivir en un paradigma de: que mala suerte, el victimismo, ¿qué he hecho yo para merecerme esto?

Parafraseando a Einstein: realmente lo único que deberían de hacer los educadores con vosotros es que salieseis de las aulas con muchas ganas de aprender y sobre todo tenéis que desaprender. Una frase de Einstein dice: “La educación es lo que queda después de olvidar lo que se ha aprendido en la escuela”.

Vivimos en una época donde se nos encuadra, donde se nos obliga a hacer toda una serie de cosas. Donde se nos evalúa. Y se olvidan de hacer algo muy importante: formar personas libres de mente y de pensamiento.

La visión holística que estoy proponiendo es realmente entender que todos estamos unidos. Vivimos en un mundo dual. En un mundo de proyección. En un mundo que creemos que estamos separados los unos de los otros… Pero hay algo que nos mantiene a todos unidos y es la mente.

Un concepto holístico es precisamente saber que, donde tú estás es que debes de estar y además no lo puedes evitar.

La BioNeuroEmoción es un método de consulta. No cura a nadie. Pero sí que ayuda al cliente o consultante a encontrar estos programas que tiene en su inconsciente y que le hacen repetir la vida. Hay toda una serie de programas inconscientes que proyectamos en nuestra vida. Me gustaría haceros entender que seriamos como una cámara proyectando nuestros programas inconscientes y atrayendo a nuestra vida aquello que estamos proyectándonos.

Todos somos emisores y receptores. Todos estamos emitiendo una forma de pensar y recibimos esta forma que nosotros emitimos. Dicho de otra manera: tenemos los oyentes que nos merecemos tener. Por eso, todas las circunstancias que me rodean, todas: mis amigos, el profesor que tengo, etc. tienen que ver conmigo. Están allí para que yo sepa como estoy pensando.  

¿Qué debo de aprender? ¿Para qué esto viene a mí? Esta es la gran pregunta que uno se tiene que hacer.

La visión cuántica es entender que yo me estoy proyectando constantemente en el Universo.

Solamente un 3% de nuestra mente es consciente y el 97% es inconsciente. Por lo tanto, os puedo decir que, como mínimo, el 97% de todas las decisiones que tomáis en vuestra vida son inconscientes. Y yo estoy aquí para explicaros que ese % aumente un poquito más y seamos más conscientes.

No permitáis que nadie os diga lo que tenéis que hacer. No lo permitáis. Y si no lo hacéis, y os hacen sentir culpables con la frase famosa de: “lo hago por tu bien”, no lo hacen por vuestro bien, lo hacen por el bien de ellos. Entonces, os van a llamar muchas veces egoístas porque no estáis haciendo aquello que los demás les gustaría que hicierais. Van a cambiar vuestros amigos, vuestras amigas, vuestras circunstancias. Vais a renovar el armario.

Una forma de saber cuáles son nuestros programas… ¿Queréis que os lo diga? Es muy fácil: ¿Qué es lo que me gusta de aquel? y ¿Qué es lo que me disgusta de aquel? Porque lo que te gusta de aquel o te disgusta de aquel, no está en aquel, está en ti.

El mundo que vemos siempre es el mundo que proyectamos, nunca el mundo que realmente es. Siempre tenemos delante a nuestro espejo. Aquello que señalamos en los demás deberíamos de corregirlo nosotros.

Una buena forma de sanarse y de convertirse en un adulto emocional es que cuando habléis de vuestros problemas y habléis de vuestras circunstancias nunca habléis de los demás. Probarlo, requiere cierto hábito.

Por ejemplo, si a ti te molesta mucho que te mientan, y personas que me dicen “no soporto la mentira y siempre me están mintiendo” es que el espejo te está diciendo que tú te estás mintiendo a ti mismo y la pregunta que deberías de hacerte es: ¿en qué me estoy mintiendo? Y la respuesta es: ¿Cuántas veces dices si, y piensas no? ¿Cuántas veces vas, y no quieres ir? ¿Cuántas veces haces, y no quieres hacer?... y el inconsciente no juzga, el inconsciente es amor y te da aquello que tú vives.

El efecto espejo: la victima siempre encontrará al victimario. Lo que te molesta del otro son tus creencias ocultas y que reprimes. Toda tu vida es una imagen especular de ti mismo.

Es realmente espeluznante darte cuenta que, ni tan siquiera aquella elección que tú estabas tan encantado de la vida, realmente fue una elección libre y no de tus programas… que luego llamamos vocación… que justificamos.

El experimento de la doble ranura de la física cuántica nos demuestra que en la forma de observar a nuestros semejantes estamos influyendo en cómo ellos interactuaran con nosotros. Si no te gusta tu profesor, puedes hacer dos cosas o pensar que es un inútil, que es un desgraciado, qué mala suerte de tener ese profesor!!!… O ¿Cómo estoy yo viendo a mi profesor? ¿Qué es lo que no me gusta de él? ¿Qué es lo que me proyecta en mí que yo debo de aprender y me resisto a aprender?

Si partimos del campo cuántico que yo estoy donde debo de estar y delante tengo quien tiene que estar, siempre es para mi mayor bien y muchas veces me va a doler. Porque una de las cosas de las que adolecemos el ser humano es la indolencia. No queremos cambiar. Creemos que tenemos razón.

Si queréis cambiar vuestro mundo tendréis que observarlo de otra manera. Y una forma de observarlo es: no hagáis nunca un juicio.

Es imposible que nada de lo que nos ocurra no lo hayamos pedido nosotros. El problema es que no soy consciente y nuestro trabajo precisamente es hacer consciente el inconsciente para que no se convierta en lo que yo voy a llamar: mi destino. Estamos proponiendo un cambio radical de la forma de pensar, de hacer y de sentir.

A los padres:
Vosotros sois los primeros educadores. Vuestros sentimientos, emociones, vuestras conductas, vuestras creencias programan a vuestros hijos. Sois la cuna donde se gestiona el futuro de vuestros hijos. Nuestros hijos desde que están en el vientre materno hasta los 6 años están hipnotizados. Todo lo que vivan los padres, todos los conflictos emocionales de su entorno se quedan grabados y los van a vivir. Es más, pueden repetir pautas y conductas clavaditas a sus padres porque están hipnotizados. Padres, y a los que vais a ser padres, conciencia, mucha conciencia.

A los educadores:
Según Einstein: “Una cosa que deberíamos evitar es la uniformidad de pensamiento. Para hacer individuos válidos se les debe enseñar a sentir intensamente aquello a lo que pueden aspirar. Hay que enseñar a que desarrollen el espíritu crítico e independiente. La enseñanza debe ser tal que pueda recibirse como el mejor regalo y no como una amarga obligación. El verdadero arte del maestro es despertar la alegría por el trabajo y por el conocimiento. Muchas y grandes son las aulas más no abundan los jóvenes con auténtica sed de la verdad y de la justicia”.

A los alumnos:
El amor y respeto a vuestros maestros es el mejor regalo que os podéis hacer. Sencillamente porque ellos lo recibirán en su inconsciente y lo proyectarán en vuestras vidas (eso es física cuántica). No permitáis que nadie os robe vuestros sueños. Si soñáis libremente en alcanzar una cumbre, el Universo os pondrá las condiciones y todo lo que necesitéis para lograrlo. Y nunca olvidéis que todo llega a su debido tiempo. Sed pacientes, sed constantes, sed curiosos, cuestionad las verdades que os enseñan para encontrar otras verdades superiores. Sed rebeldes, pero con un gran respeto a todos los que os rodean pues ellos son el espejo para que podáis expresaros.

Nunca entendí al mundo… tengo 60 años y sigo sin entenderlo.

Cuando veo en el mundo tanto dolor y tanto sufrimiento y me estoy dando cuenta de que todo ese dolor y sufrimiento el hacedor es uno mismo, solamente puedo ir por el mundo explicándoles, para aquel que me quiera escuchar, que realmente si queréis ser libres no busquéis en ningún lugar, buscad siempre en vuestros corazones.