domingo, 23 de enero de 2011

Nos merecemos el perdón


Comparto con vosotros fragmentos del libro Lecciones de vida de Elisabeth Kübler-Ross y David Kessler.

“A veces los acontecimientos, aun los más trágicos, ocurren sin ser culpa de nadie”

“La psicología de la culpa nace del juicio a nosotros mismos, de la sensación que hemos hecho algo malo”

“Casi siempre, ese penoso juicio a nosotros mismos tiene su origen en lo que nos enseñaron siendo niños”

“Habitualmente nos enseñaron a ser buenos niños, pendientes de satisfacer los deseos de los demás, en vez de forjarnos una clara identidad”

“Nos enseñan a ser dependientes, a dar importancia a las necesidades y vidas de los demás y a descuidar las propias”

“Un síntoma claro de esta dependencia es la incapacidad de decir que no. Nos han enseñado a complacer a los demás y a estar de acuerdo con sus peticiones”

“El deseo de complacer a los demás es un terreno fértil para la culpa, pero no es el único. A veces nos sentimos culpables cuando tratamos de hacer valer nuestra independencia”

“Llegamos a la edad adulta llenos de culpa, y es una culpa poderosa, que nos castiga y que casi nunca sirve para nada”

“Para dejar atrás la culpa, nuestras creencias deben ser coherentes con nuestras acciones”

“Cuando nos sentimos culpables, permanecemos en la estrechez de miras de nuestra mente. Los pensamientos más bajos toman el control. Después de un tiempo nos sentimos avergonzados”

“El remedio es actuar y compartir nuestros sentimientos. Tu verdadero ser no conoce la culpa. Tu verdadero yo está más allá de la culpa de este mundo”

“La culpa que ha herido tu conciencia se convierte en la vergüenza que asalta a tu alma. Como la culpa que la precede, la vergüenza suele enraizarse en la infancia, antes de que supiéramos quienes somos”

“Si había conflicto entre nuestras necesidades y nuestros padres, sentíamos que era el resultado de haber hecho algo malo. Creíamos que actuábamos mal. Así pues, ocultábamos nuestra herida, nuestra rabia y nuestro resentimiento. En el presente, simplemente nos sentimos mal con nosotros mismos”

“La vergüenza en nuestra infancia nos hace sentir más responsables de nuestras situaciones de lo que somos”

“Tal vez en ocasiones nos hemos sentido mal por nuestras acciones, pero esos sentimientos manifiestan en realidad nuestra bondad, ya que los malos no se sienten mal por hacer daño a los demás”

“La paz y la culpa son opuestos”

“Cuando nos aferramos a la culpa, damos la espalda al amor y la paz”

“Podemos reemplazar los sentimientos de culpa por sentimientos de paz”

“Sólo cuando nos liberamos de la culpa nos liberamos realmente del pasado para crear un futuro nuevo”

La clave para sanar es el perdón. Perdonar significa reconocer el pasado y dejarlo ir. Cualquier cosa de la que te sientas culpable puede limpiarse y purificarse con el perdón”

“Cuando te perdonas a ti mismo y a los demás, ya no habrá razón para sentirse culpable. No nos merecemos la culpa; nos merecemos el perdón. Cuando aprendemos esta lección nos hacemos realmente libres

domingo, 16 de enero de 2011

Tú decides ser feliz

 
Comparto con vosotros un texto publicado en el blog osho-maestro.blogspot.com
 
"La infelicidad no tiene nada que ver con una causa exterior, es una decisión interior. Si quieres seguir siendo infeliz, puedes serlo, sea cual sea la situación. Y también es verdad lo contrario. Si decides ser feliz, dichoso, celebrar, puedes serlo, independientemente de las circunstancias."

"No importan las circunstancias, lo importante eres tú, tu actitud. Te pueden dar todo el amor del mundo, pero si tú decides ser infeliz, seguirás siendo infeliz. Y puede suceder que no tengas nada en el mundo, absolutamente nada, y seas feliz, increíblemente feliz, sin razón alguna, porque la felicidad y la infelicidad son decisiones propias."

"Lleva mucho tiempo darse cuenta de eso, porque al ego le resulta muy cómodo pensar que son los demás los que te están haciendo infeliz. El ego no hace más que poner condiciones imposibles, y dice que primero hay que cumplir esas condiciones y que sólo entonces podrás ser feliz. Te dice que cómo puedes ser feliz en un mundo tan horrible, con una gente tan horrible, en una situación tan horrible..."

"Si eres feliz, el amor fluirá hacia ti... no hará falta que lo pidas. Es una de las leyes básicas. Al igual que el agua fluye en dirección descendente y el fuego se mueve en dirección ascendente, el amor fluye hacia la felicidad... en dirección a la felicidad..."

"Sé feliz y verás, de repente todo el mundo estará ahí, disponible. Todos estaban esperando que abrieras tus puertas. El sol, el aire y la fragancia estaban esperando para entrar, pero tú estabas con las puertas cerradas. Abre las puertas"

domingo, 9 de enero de 2011

El juego del más


Comparto con vosotros fragmentos del libro Lecciones de vida de Elisabeth Kübler-Ross y David Kessler.

“Cuando nos decimos que antes no éramos «lo suficiente» y que a partir de ahora seremos «más», entramos en el peligroso juego del «más»”

“Nos decimos que seremos felices cuando poseamos más dinero, cuando tengamos más autoridad en el trabajo, o cuando nos respeten más”

“¿Por qué el mañana parece tener muchas más posibilidades que el hoy para la felicidad o el poder? Porque nos engañamos en el juego del más y perdemos nuestro poder sin importar cómo juguemos”

“Y el juego del más nos mantiene en una posición de carencia, con el sentimiento de no ser suficientemente buenos. Si conseguimos lo que queremos, nos sentimos aún peor porque sigue siendo insuficiente. Aún somos desdichados: si tan sólo tuviésemos un poco más… No nos damos cuenta que la simplicidad es lo que importa”

El verdadero poder, felicidad y bienestar se encuentran en el sublime arte de la gratitud. Sé agradecido por lo que tienes, por las cosas tal como son. Siente agradecimiento por quien eres, por esas cosas que has aportado al mundo con tu nacimiento, por tu unicidad”

“Si no sabes cómo apreciar las cosas y las personas que tienes ahora, ¿crees que serías capaz de valorar otras cosas, otras personas y otro poder cuando los tengas?”

“No podrás, si no has desarrollado tu capacidad de sentir gratitud, si nunca has aprendido a ser agradecido”

“En vez de ello pensarás: «Esta segunda esposa, este segundo millón de dólares, esta casa más grande no son suficientes para mí. Necesito más». Y vivirás siempre así, deseando más o que las cosas sean diferentes de lo que son, jugando al juego del «más» en vez de agradecer todo lo que tienes”

“Cuando la vida es «suficiente», no necesitamos nada más. Que grata sensación nos invade cuando nuestros días son suficientes”

Si no necesitamos nada más, si no nos hace falta controlarlo todo, permitimos que la vida se despliegue