miércoles, 17 de marzo de 2010

El optimismo puede aprenderse

Comparto con vosotros el el artículo de Enric Castelvi publicado en la red Linkedin.
 
El optimismo puede aprenderse, de hecho no es más que un hábito aprendido, muchas veces a través del ejemplo de las personas más cercanas a nosotros
 
Diferentes estudios han constatado que:

Los optimistas establecen objetivos más elevados y tienen un mayor compromiso con sus objetivos.

Los optimistas son más resistentes y tienen el poder de la permanencia para el éxito en el largo plazo.

Los optimistas son persistentes, tienen la convicción de que los problemas y las adversidades se pueden superar.

Los optimistas se adaptan mejor al cambio, esto les da la flexibilidad necesaria para gestionar las nuevas circunstancias y un entorno cambiante.

Los optimistas se recuperan rápidamente ante el rechazo y los contratiempos.

Los optimistas se centran en cómo se puede hacer y no por qué no se puede hacer.

Los optimistas tienen más seguridad interior y menos miedo al fracaso.

Los optimistas ven el éxito como una meta permanente y cada éxito les motiva y estimula para alcanzar ideales más elevados.

Los optimistas tienen el convencimiento de que pueden influir y controlar sus resultados y por lo tanto, esforzarse más.

Los optimistas tienen las habilidades para manejar sus pensamientos, emociones y actitudes en tiempos difíciles.

Los optimistas tienen más capacidad para producir cuando las cosas se ponen difíciles.

Los optimistas tienen mejor estado de salud y tienen menos días de baja y son menos propensos a abandonar sus puestos de trabajo.

Si esto es así, ¿A que esperamos para ponernos las pilas?

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